Es muy frecuente que en las grandes ciudades los autobuses circulen por carriles bus y sus paradas tengan un carril especial que pueden ocupar para la carga y descarga de viajeros.
Cuando el autobús hace la parada y quiere reincorporarse al tráfico o cuando circula por el carril bus y éste finaliza, su tamaño y tonelaje hacen que no lo pueda hacer tan rápidamente como un coche u otro vehículo más pequeño. Así, cuando hay mucho tráfico, es realmente difícil salir a la calzada central.
Por ello, el código de circulación establece que se debe facilitar la incorporación de los autobuses al tráfico tras la realización de una parada. ¿Cómo lo hacemos? Tenemos dos opciones:
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Cambiarnos al carril izquierdo en el caso de que no circule otro vehículo.
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Aminorar la marcha para facilitar la salida del autobús delante de nosotros.
Al volante, nada como el civismo y las buenas maneras. ¡Facilita las cosas a los autobuses!