No es ninguna novedad decir que limpiar el exterior de un autobús es mucho más complicado y trabajoso que el de un automóvil. Sus grandes dimensiones (sobre todo, su altura) hacen que esta tarea necesite de un procedimiento bien definido.
Así pues, si te toca limpiar el autobús, toma buena nota de los pasos que debes seguir:
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Con una manguera de agua a presión, comienza por limpiar el techo y luego los laterales. Siempre de arriba hacia abajo.
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Una vez eliminada la suciedad más superficial, friega el techo.
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Limpia los cristales con un spray limpiador de ventanas y toallas de papel.
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Entonces limpia el resto de la chapa con cuidado de no salpicar en los cristales.
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Frota con fuerza en los pasos de rueda y los neumáticos con un cepillo. Adicionalmente, puedes aplicar un tratamiento de neumáticos para revitalizar las gomas.