Dado que un autobús es un vehículo muy diferente al coche, como te imaginarás, la licencia para conducirlo (el de tipo D) también tiene sus particularidades.
Para obtener el permiso deberás pasar tres exámenes:
Teórico. Consta de 30 preguntas, con la posibilidad de cometer un máximo de 3 fallos. Son cuestiones muy del estilo que las del examen para coche, pero sobre autobuses.
Maniobras. Esta prueba está dividida en dos partes: una consistente en hacer la L marcha atrás y otra en encajar la puerta trasera del autobús entre dos señales.
Circulación. Este examen es el mismo que el del permiso B. Igualmente, el error más típico es no guardar la distancia de seguridad, una tarea algo más complicada por las dimensiones del vehículo.
Es interesante saber que si te encuentras en situación de desempleo, el INEM costea la matrícula y gran parte de las clases, con la condición de aprobar el curso en tres meses.
Fuente: Tetuán Madrid.